La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) expresa su enérgico repudio a las expresiones de legisladores estadounidenses durante una audiencia legislativas en las que se evaluaba designación del candidato demócrata a embajador en nuestro país propuesto por el presidente Obama.

El senador republicano Marc Rubio pronosticó una “crisis financiera” en la Argentina, la acusó de no pagar sus deudas y no cooperar militarmente con los EE.UU. y aseveró que es un país sospechado de narcotráfico, lavado de dinero y violación de patentes de propiedad intelectual.

En la audiencia también se atribuyó a la Argentina formar parte de una tendencia de naciones latinoamericanas en que los gobiernos son elegidos, pero luego no gobiernan democráticamente.

Estos dichos, que agravian a nuestro país y a sus autoridades, fueron amplificados y festejados localmente por medios opositores como La Nación, que haciendo uso de la efectiva libertad de prensa que rige en la Argentina no cejan en su permanente ataque al gobierno nacional.

Las coincidencias de las expresiones en la Legislatura de EE.UU. y las de los voceros y representantes de los grandes grupos económicos no sorprenden, ya que defienden los intereses de los sectores financieros transnacionales y su ideología regresiva.

Sin embargo, deben ponernos en alerta ante una evidente avanzada contra los gobiernos que en verdad sostienen y defienden la voluntad popular, los avances en el desarrollo productivo, la ampliación de derechos y la inclusión social en nuestro país y en la región.

Son discursos restauradores que pretenden identificar las instituciones con el Estado liberal que se sometió en los 90 al Consenso de Washington, y las libertades republicanas con la desregulación económica y la falta total de restricciones que se buscó (y se busca) plasmar para toda la región con el proyecto neocolonialista del ALCA.

APYME sostiene que la contracara de estas posiciones fue la reciente cumbre de la Celac, donde los líderes democráticos de Latinoamérica y el Caribe reafirmaron su voluntad de avanzar en procesos de mayor democracia, equidad y soberanía y llamaron a resistir los ataques especulativos.

Es preciso, más que nunca, dar la mayor relevancia a la construcción de proyectos de integración económica, financiera, tecnológica y cultural entre las naciones y los pueblos de la región, fortaleciendo instituciones como el Mercosur y la Unasur.

Es única garantía para defender a nuestros países de las presiones recesivas que arrecian desde adentro y afuera por parte de los poderes económicos hegemónicos, y para que los sectores populares y las mayorías de industriales, comerciantes, productores, trabajadores, estudiantes y profesionales, que las Pymes integran por su firme raigambre en el tejido productivo local, puedan vivir dignamente y desarrollarse.

Buenos Aires, 7 de febrero de 2014